sábado, septiembre 09, 2006

 

Algunos "Astilleros" de Julio Hernández López

Viernes 8 de septiembre de 2006

Astillero

Julio Hernández López

Blindaje jurídico

San Lázaro, la Corte, el IFE ¡unidos!
Otro Bollo: la tentación del desalojo
Guanajuato y Tlaxcala, botines

El equipo de Felipe Calderón ha decidido otorgar al michoacano un blindaje protocolario en previsión de que le sea obstruida la toma de posesión como presidente de la República el primero de diciembre próximo.

Por ello el miércoles se realizó una prescindible ceremonia "solemne" en el tribunal electoral federal (a pesar del costo de imagen que representa el usar helicóptero, puerta trasera y cerco militar para recibir el documento formal que sin mengua de su valor pudo ser enviado por correo) y por ello ayer el presidente de la Cámara de Diputados (digno heredero de las glorias de entrega a domicilio del presidente DHL, en San Lázaro, y del ministro presidente de la Suprema Corte en el episodio del desafuero) dirigió sus partidistas pasos hacia la Casa de Transición de Felipe para poner en sus manos el bando solemne emitido en ausencia de las bancadas del PRD y el PT. Cumplidas esas formalidades, el felipismo cree que el primero de diciembre puede ser planteado en términos de menor dramatismo protocolario (es decir, en un escenario distinto al Palacio Legislativo, e incluso en algún recinto decidido a última hora y con poca asistencia pero con muchas cámaras... de televisión).

Tal como lo había anunciado el ministro predispuesto en el apellido (Ah, suela: artículos constitucionales redactados con los pies), la Suprema Corte se negó a investigar las presuntas violaciones al voto popular que a criterio de algunos ciudadanos se habrían cometido. Hubo críticas de ministros a las previas posturas y declaraciones de descalificación hechas por el presidente de la Corte, el antedicho Ah, suela, pero ninguno de ellos se atrevió a proponerse como promotor histórico de la indagación desechada. Genaro Góngora y José Ramón Cossío prefirieron la comodidad grupal que el ejercer la facultad constitucional, que a los ministros sí asiste, de solicitar la mencionada investigación sobre violaciones al voto.

El comité de información del IFE negó a su vez que las boletas comiciales puedan ser consideradas "documentos" (han de ser ovnis, supone el tecleador astillado) y con ese criterio tramposo pretende cerrar el paso a la pretensión encabezada por la revista Proceso de que ciudadanos pudieran tener a su alcance las mencionadas boletas electorales para contarlas y verificar su congruencia con las cifras oficiales. De pasadita, el IFE (DieguIFErnandezdeceballos) reiteró que en cuanto pueda quemará esos no documentos -el cerillo será encendido cuando el tribunal electoral federal dé por terminado su trabajo en relación con el proceso electoral.

Astillas:

Es interesante ver lo que sucedió en el estudio donde se transmitía Otro Rollo después de que Adal Ramones mandó a un corte comercial que duró casi diez minutos. La Oreja, de Juan José Origel, transmitió parte de ese episodio, y está disponible en http://www.youtube.com/watch?v=ttNfclqlQiY, gracias a Juan Estévez. Aparte de Ramones, interviene Yordi Rosado, productor de Otro Rollo que también participa al aire en algunas escenas del programa. Hay un momento en que Ramones, luego de buscar negociaciones, decide que "Seguridad" desaloje a los jóvenes inconformes: "Amigo -le dice a uno de quienes daban instrucciones a sus compañeros de no salirse del foro- sí te voy a pedir de favor que desalojes el estudio, por favor. Gracias. Por favor." Y, enseguida: "Seguridad, ¿le pueden pedir de favor...?" En ese momento, las tomas permiten ver a ese joven, rodeado de compañeros, que con la mano invita a los de Seguridad que se acerquen a cumplir con la instrucción. Finalmente, los jóvenes abandonaron el estudio por propia decisión, luego que Ramones retomó el hilo de su programa en otro escenario... Alumnos de la Facultad de Filosofía, Letras e Historia de la Universidad de Guanajuato denuncian que una reforma legal impulsada por el actual gobernador panista ha abierto las puertas para que el próximo rector de esa casa de estudios pueda ser un funcionario de gobierno (el propio Juan Carlos Romero Hicks, que ya ocupó ese cargo universitario) o incluso un ministro de culto religioso. A pesar de que en una propuesta original de reforma a la Ley Orgánica de la Universidad de Guanajuato se establecía que para aspirar a ser rector debían haber pasado cuando menos dos años de que el pretendiente hubiese sido funcionario público, y se excluía a los oficiantes religiosos, en el texto final se omitieron ambas restricciones. Los estudiantes aseguran que están "enfrentando un episodio con tintes oscurantistas en este estado (...) que tal parece que se ha convertido en el laboratorio yunquista por excelencia". Basta recordar que el gobernador es Juan Carlos Romero Hicks, y su hermano Eduardo el presidente municipal de la capital del mismo estado (el abuelo, Enrique J. Romero Ceballos, ocupó esa misma alcaldía de la ciudad de Guanajuato en 1930). Ahora, el ex rector Juan Carlos podría dejar la gubernatura y retomar la rectoría de la universidad estatal. ¡Oh, las familias del cambio! (Por cierto, los estudiantes inconformes tienen el blog www.comitederesistenciaestudiantil.blogspot.com)... Estudiantes de la Universidad Autónoma de Tlaxcala se preguntan si el "Serafín Ortiz" que aparece coordinando un libro de la UNAM sobre Vicisitudes de la normalidad democrática electoral en México es el mismo que firma como rector de la casa de estudios mencionada en primer lugar. Serafín Ortiz, el rector de la UAT, es hermano del gobernador del estado, Héctor Ortiz, que también ocupó esa rectoría (los méritos de Serafín para llegar al cargo universitario fueron descubiertos ya bajo el mandato de Héctor). La mencionada UAT ha sido usada por los hermanos Ortiz como instrumento de promoción para sus proyectos y de venganza contra sus adversarios. Vicisitudes familiares en la normalidad neopanista (el dizque perredismo tlaxcalteca está peor: el entonces gobernador Alfonso Sánchez Anaya, que había hecho senadora a su esposa, quiso luego convertirla en candidata a la sucesión; al fracasar en esa escandalosa pretensión, el mismo Sánchez Anaya dejó la gubernatura y poco después se hizo postular candidato a senador, escaño que actualmente ocupa)... Y, mientras Fox hace burla, al decir que en México el camino está des-pejado, y mientras se juntan las evidencias de criminalidades de Estado en los casos ISOSA y Condusef, ¡hasta mañana, en esta columna sin blindaje!


Jueves 7 de septiembre de 2006

Astillero

Julio Hernández López

Que quede constancia

Anticipado, aéreo y trasero

Versiones de discordia azul

Otro rollo, otras protestas

Felipe Calderón asumió su condición jurídica de presidente electo usando la puerta trasera y haciendo trampa al reloj. La recurrencia a las vías no idóneas de ingreso y salida de una ceremonia solemne se debió a la aguerrida presencia de opositores a esa asunción judicial, que fueron llegando a la sede del tribunal electoral federal conforme se fueron enterando del madruguete institucional con el que se convocó a esa reunión con muy pocas horas de anticipación, y al madruguete personal del propio Calderón que con terrible impuntualidad llegó hora y media antes de la cita oficial para salvar, mediante helicóptero, la aduana cívica que le abucheaba en tierra.

El cumplimiento del requisito formal de recepción de la constancia de mayoría aritmética requirió una nueva demostración de fuerzas armadas. No se dieron los excesos de San Lázaro, pero el tufo a provocación volvió a estar presente, entre rumores que hablaban de la "segura" llegada de Andrés Manuel López Obrador a la sede del Trife y la presencia de supuestos opositores al fraude que incitaban a los inconformes a rebasar los límites de prudencia que hasta ahora han mantenido el plantón del Zócalo al Periférico con saldo blanco. En esos planos, en los que se confunde el enojo cívico genuino con el inducido, se produjeron agresiones a Florencio Salazar, el ex secretario de la Reforma Agraria que participó en la estrategia electoral de Calderón, y a la magistrada electoral Alfonsina Berta Navarro. Un vehículo relacionado también con Calderón recibió huevos como proyectiles y otro tipo de desahogos líquidos y sólidos.

Dado que un día antes sus allegados habían dicho que en nada habría demérito para Calderón si recibía su constancia mayoritaria a través del correo (extrañas exploraciones postales de un candidato electo con quien días atrás se había revelado como el Primer Mensajero Presidencial del país), hubo quienes creyeron que el michoacano evitaría los riesgos de un enfrentamiento con los lopezobradoristas al acogerse a los beneficios de la política por carta. Armada a toda velocidad la susodicha sesión solemne del Trife, y sin explicación convincente respecto al cambio de jugada, esa nueva aproximación a la violencia física agregó materia a las especulaciones que encuentran signos diversos de discordia entre el jurídicamente electo Calderón y el aferradamente Vigente Fox. Rumores van y vienen: que si los hijos Bribiesca preparan viajes al extranjero para no exponerse a neoquinazos anunciados, que si Felipe no hizo mención de Vicente en mensaje televisado, que si la reunión entre el alto y el bajo (la bota y la caldera) fue una apenas disfrazada muestra de incomodidad entre quienes apenas se toleran, y que si a Fox, dirigido por taimados estrategas, le conviene buscar la caída de Calderón, sobre todo si puede adjudicar las causas de ese incidente al lopezobradorismo (Calderón sería para Fox, en esta etapa poselectoral, algo parecido a lo que Colosio fue para Salinas: una pieza de juego político utilizable desde Los Pinos para reacomodos de última hora; en 1994 la sangre corrió a cargo del propio candidato ya indeseado, ahora bastaría con que las manos hildebrándicamente limpias se tiñeran de sangre provocada para que el mejor de los escenarios políticos para los Fox y los Bribiesca se materializara).

La protesta contra el acto protocolario del Trife ("¡no pasará!", coreaban los opositores mientras la elite sitiada presenciaba la entrega de la famosa constancia de mayoría) sucedió un día después de que jóvenes asistentes a un programa de Adal Ramones en Televisa provocaran, con el simple poder de sus voces unidas, que se interrumpiera Otro Rollo y que, luego de largos minutos dedicados a comerciales, se reanudara en un foro distinto, ya sin público incontrolable. La denuncia, por asalto auditivo, del fraude electoral, mostró a millones de mexicanos que el silencio impuesto a las actividades de López Obrador encontrará salidas imaginativas. Esa misma noche del martes en que el Trife dio por cerrado el litigio electoral, mientras en Televisa San Angel lidiaban con los jóvenes vociferantes, otros ciudadanos ocupaban los andenes del Metro Zócalo, durante decenas de minutos, gritando consignas contra el fraude y en favor de su candidato jurídicamente declarado en derrota. Que quede constancia.

Astillas:

Es tanta la degradación que se vive en el país que apenas causa cierto asombro efímero ver escenas como las de Uruapan, donde cinco cabezas humanas fueron arrojadas sobre una pista de baile con una leyenda ¿mafiosa, política, religiosa?: "La familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, sólo mata a quien debe morir. Sépanlo toda la gente, esto es justicia divina". Un año atrás, el 16 de septiembre, había sido asesinado en Morelia el director de seguridad pública de la entidad, Rogelio Zarazúa, quien comía con su esposa, que a su vez era subsecretaria general de gobierno y coordinadora estatal del Programa México Seguro... En Nuevo León, mientras tanto, el director de la Agencia Estatal de Investigaciones del estado, Marcelo Garza y Garza, ha sido asesinado... A través de su Programa de Acompañamiento Ciudadano, el IFE invita a la presentación en la UNAM de un libro sobre las elecciones recientes. Vicisitudes de la normalidad democrática electoral en México se denomina el texto coordinado por Luis J. Molina, Fernando Serrano, Fernando Ojesto y Serafín Ortiz. Los presentadores serán el propio Ojesto (uno de los siete magistrados del tribunal electoral federal), Alejandra Latapí (consejera del IFE), el ex senador panista César Jáuregui, y el citado Molina. Las vicisitudes (circunstancias cambiantes, sucesión de acontecimientos favorables y adversos) serán analizadas el próximo martes 12, a las 9.30 de la mañana, en el auditorio Antonio Martínez Báez, ubicado en el edificio de posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM... El lector Mario Humberto Hernández recomienda asistir hoy a la Cineteca Nacional a ver el documental Salvador Allende, de Patricio Guzmán, en el que se puede ver "cómo actúa la derecha, cómo impide por las malas el ascenso de la izquierda, y cómo, cuando pierde, arrebata". Esta semana, y la siguiente, el documental será exhibido en el Centro Cultural Universitario... ¡Hasta mañana, en la Nueva República del Helicóptero!


Miércoles 6 de septiembre de 2006

Astillero

Julio Hernández López

Por una nimiedad

Nomás tantito

Carga mediática

Presidente eyecto

Por considerar que todas las violaciones al proceso electoral fueron una simple nimiedad (una pequeñez, una insignificancia), los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declararon ayer presidente eyecto a Felipe Calderón (eyecto: participio del verbo eyectar, que significa expulsar, hacer salir algo del organismo, impulsar con fuerza hacia fuera mediante un mecanismo automático).

A los jurisperitos especializados en comicios les pareció poca cosa que Vicente Fox se hubiera convertido en un peligro para los comicios ("un riesgo" escribieron, modosos, los magistrados). La maquinaria propagandística con cargo al erario que exhortaba a los mexicanos a mantener el mismo caballo, pero con nuevo jinete sexenal, o a seguir "en el mismo camino", pareció asunto menor a los magistrados, que por causas parecidas habían dictaminado nulos algunos procesos estatales, años atrás. La injerencia de los grupos empresariales en favor del candidato de la derecha tampoco tuvo un significado determinante, a ojos de los juzgadores oficiales. Ni la guerra sucia. Ni las malas cuentas aritméticas, ni la apertura ilegal de paquetes electorales. Todo fue demasiado poquito. Una nimiedad operativa que produjo un triunfo numérico también por una nimiedad: 233 mil 831 sufragios de diferencia.

La convalidación judicial del fraude hormiga (de tantito en tantito en cada urna, más los algo rítmicos arreglos cibernéticos) produjo de inmediato una cargada mediática que cantó como nunca las glorias del estado de derecho, de la unidad nacional, del respeto y la tolerancia, de la institucionalidad y ¡oh, sí! de la final consumación postrera, concluyente, terminal y de colofón, del proceso electoral iniciado el 6 de octubre de 2005 (¡oh, sí: algún día debía terminar lo que en realidad nunca debió empezar si los resultados de antemano escritos estaban!).

A la campaña del odio y la división sociales sigue ahora la de la conminación a deponer críticas y oposición a una cosa jurídicamente juzgada. Ya hay presidente electo (léase eyecto), gritan quienes desean que la varita mágica de lo judicial resuelva un conflicto político y social. Respeten las leyes, advierten quienes no quieren ni pueden reconocer que la resolución del tribunal electoral de este martes es una pieza de magna hipocresía jurídica y de histórico incumplimiento de responsabilidades profesionales.

El propio Felipe Calderón no parece acomodarse a su nueva situación. Como si continuase en los concursos de oratoria, en su momento llamados "debates entre candidatos", el panista pretende dar imagen de solvencia y apertura, valido de una sonrisa y un manoteo que responden más a preocupaciones escenográficas que a profundidades políticas. Por si esa vacuidad no fuese preocupante en momentos en que se requiere un alto oficio político, llama la atención que el entorno del michoacano sea ocupado por ex priístas que responden a intereses extranjeros al acecho, como el Grupo Carlyle, representado en México por Luis Téllez, o miembros del zedillismo agringado (Jesús Reyes Heroles júnior, Javier Lozano y Carlos Ruiz Sacristán), o encarnaciones del prianismo histórico, como Genaro Borrego.

López Obrador, por su parte, ha respondido elevando el tono de su discurso. El tabasqueño ha desconocido la resolución del TEPJF y considera carente de legitimidad la decisión en favor de Calderón. Los legisladores de la coalición Por el Bien de Todos firmaron un acuerdo en el que se comprometen a impedir que el panista tome posesión como presidente, el próximo primero de diciembre. En ese acuerdo participan los legisladores de Convergencia, luego de que durante el día los miembros de la coalición Para el Bien de Pocos -agrupación que incluye muchos medios de comunicación- habían difundido con gran emoción que el partido dirigido por Dante Delgado se había deslindado del lopezobradorismo, enfatizando esos medios de la CobiPocos sólo una parte de la posición jurídica asumida por el partido naranja.

Y Fox... ¿Fox? ¡Ah, sí, Fox! El personaje que frente a los vidrios de la entrada a San Lázaro dejó de ser Presidente de México, el pasado 1º de septiembre, pronunció ayer un mensaje propagandístico más, de presunto apoyo al compadre Felipe, que canta No me Apoyes.

No por anunciado, el golpe judicial de ayer dejó de doler a los seguidores de López Obrador. El dictamen del TEPJF era lo que todo mundo sabía, pero la parte no calderonista temía confirmar. La verborrea legaloide de los magistrados electorales agravó el enojo, pues los jueces aceptaron que hubo interferencias, inducciones y distorsiones, pero consideraron que fueron insuficientes para afectar un desenlace marcado por décimas de punto de diferencia. Nomás tantito, dirían los unánimes postores de la tesis de la nimiedad. Un tantito que ayer comenzó a convertirse en airado viento que mucho podrá cambiar la historia adulterada de un país cansado de que sus desgracias le sean disfrazadas de nimiedades.

Astillas:

No será Enrique Villa Rivera, director del Instituto Politécnico Nacional, quien reciba la medalla del Congreso de Guerrero denominada Sentimientos de la Nación, sino Evo Morales, presidente de Bolivia. La entrega será el próximo 13, en la catedral de Chilpancingo, donde en 1813 fue instalado el primer Congreso de Anáhuac. Los organizadores del acto han invitado a Morales para que reciba personalmente la distinción y, según aseguran, el boliviano prepara su viaje... Ventura Gutiérrez, dirigente de Alianza Braceroproa 4264, formalizó ayer ante la Secretaría de Gobernación su solicitud de que, a partir de actas de nacimiento en que se establece como estadunidense la nacionalidad del padre de Vicente Fox, se determine que el actual presidente de México "no cumplió con los requisitos del artículo 82 de la Constitución". Gutiérrez planteó a Gobernación que la PGR y las cámaras de Diputados y de Senadores deben conocer también de la solicitud de investigación... A propósito, el lector Juan Marcos propone un nuevo término (al que el Niño Astillero hizo una pequeña modificación) para referirse a algún político indeseable que sea hijo de estadunidense y española: Gabachupín... Y, mientras los andenes del Metro Zócalo se llenaban ayer, después de las 9 de la noche, del grito de "¡Obrador, Obrador!", ¡hasta mañana, en esta columna que en su caja digital de música aprieta la tecla eject!


Lunes 4 de septiembre de 2006

Astillero

Julio Hernández López

Nulidades

La hora del tribunal
Validar la represión
El IFE-Jalisco denuncia

Conforme a sus antecedentes y a las circunstancias, el tribunal electoral federal debería declarar inválidos los comicios presidenciales. Por muchísimo menos de lo que Vicente Fox hizo en los meses recientes fueron anuladas en años pasados las elecciones estatales de Colima y Tabasco, donde los titulares del Poder Ejecutivo utilizaron el poder para apoyar al candidato de su partido a la sucesión. El proceso que desembocó en el pasado 2 de julio (2-J) tuvo una injerencia infinitamente mayor del presidente de la República en favor de Felipe Calderón. Personalmente, el vaquero de Los Pinos exhortó con insistencia a los mexicanos, mediante propaganda oficial y declaraciones públicas, a no cambiar de caballo sino de jinete y a perseverar en "el mismo" rumbo y, además, puso la estructura de asistencia social -Chepina Vas que Votas- al servicio del candidato oficial, al igual que otros rubros gubernamentales electoralmente productivos.

Pero no fueron las de Fox las únicas interferencias graves. Aun cuando continúa el bombardeo publicitario que pretende convencer a los mexicanos de la limpieza de las elecciones "ciudadanas", y a pesar de que los órganos de poder se esconden cobardemente en el falso "millón de ciudadanos" para escabullir sus culpas, en todo el país se está dando una crítica abierta a ese proceso electoral desde flancos especialmente autorizados, como son los propios consejeros electorales o funcionarios locales del IFE que han ido denunciando lo que han vivido en lugares como Quéretaro, de la represión institucionalizada por Francisco Garrido; Veracruz, de las pillerías priístas clásicas a cargo del Tío Fidel Herrera, y Baja California, dominada por el empresario que gobierna en favor de sí mismo Eugenio Elorduy.

Por el volumen de votantes que congrega, pero también porque allí se desarrolla una de las vertientes más obcecadas de defensa del presunto triunfo nacional de Felipe Calderón, es notable lo sucedido en Jalisco (donde el gobernador actual, Francisco Ramírez Acuña, pretende cobrar con un cargo en el supuesto gabinete felipista el hecho de que él "destapó" al entonces secretario de Energía y que luego volcó el erario en elecciones en favor del PAN). El presidente del consejo local del Instituto Federal Electoral en la entidad, Esteban Garaiz Izarra, renunció a su cargo en la sesión celebrada el pasado jueves, advirtiendo, en lo que según la agenda del día constituiría su "mensaje", que "todos sabemos que no fue una campaña limpia ni equitativa" la que recién se ha vivido. "No se puede impunemente -añadió Garaiz- repetir el bochornoso espectáculo de las campañas sucias de este proceso que concluye. Se requieren sanciones severas para la intromisión extranjera en nuestra vida política nacional. También, y hay que decirlo francamente, será necesario eliminar de manera expresa las interferencias del Ejecutivo federal frente a candidatos o plataformas electorales que con toda claridad sesgan las condiciones de equidad electoral, así como deben establecerse sanciones claras y severas a la interferencia electoral de empresas o de organismos empresariales en las campañas." El dimitente había conducido sin problemas las elecciones federales de 1997 y 2003 en Jalisco y las de 2000 en Chiapas.

Todo hace suponer, sin embargo, que el tribunal electoral federal concederá validez a las manoseadas cifras que darían una victoria aritmética a Felipe Calderón. Dado que la resolución del Trife es definitiva e inatacable, a los ciudadanos no quedaría sino asumir y respetar esa decisión legal. Pero desde la noche misma del 2-J se vive en México una fuerte oposición al presunto triunfo calderonista, por las mismas causas que funcionarios electorales, como el renunciante de Jalisco, han mencionado, pero también por muchas otras más. Por ejemplo: el espectáculo televisivo que se montó para presentar los resultados preliminares y, días después, el cómputo distrital generó un espontáneo interés científico en especialistas que luego denunciaron las evidencias de que el sistema computacional del IFE fue alterado externa o internamente para acomodar resultados conforme a predeterminaciones facciosas. A pesar de la enorme fuerza aplicada desde el poder para acallar esa inconformidad electoral, la resistencia se ha sostenido, con campamentos cívicos en el Zócalo y la ruta que pasa por Madero, Juárez y el Paseo de la Reforma. El punto más exitoso de esa resistencia ha sido impedir mediante diputados que el presidente de la República rindiera el sexto Informe en un Congreso sitiado militarmente.

El alivio social que produjo la prudencia de los opositores, que fueron quienes evitaron enfrentarse con regimientos preparados desde semanas anteriores para reprimir, volverá a convertirse en angustia si es que el Trife decide declarar válida la elección presidencial y con ello impone a Calderón como ganador legal, pero no legítimo. A partir de esa resolución altamente previsible crecerá la exigencia de que se meta "orden" tanto en el territorio vial ocupado por quienes sostienen que hubo fraude electoral como en la disidencia política en general. Contra esa tentación represiva habló ayer López Obrador en su discurso matutino. El tabasqueño pidió a los militares no intervenir en el conflicto político, ni de manera abierta ni encubierta, a la vez que solicitó a sus seguidores que no caigan en las provocaciones.

Calma dominical después de la tempestad conjurada del viernes. El presidente de la República, de gira por Baja California Sur, vuelve a ver su Foxilandia amada, donde todo va "extraordinariamente bien", sin "crisis" ni "quebrantos". El cardenal Norberto Ribera se declara piadosamente preocupado por los riesgos de violencia que encierra un proceso electoral del que ese mismo jefe católico ha sido silencioso cómplice. Y López Obrador habla de la posibilidad de crear un "Constituyente" el próximo 16. En ese marco, la hora del tribunal electoral federal ha llegado.

Astillas:

El gobierno federal sigue guardando el caso Oaxaca para cuando sea conveniente dar golpes mediáticos de presunta vuelta a la legalidad mediante la fuerza. Aliado con Ulises Ruiz, el foxismo pretendería cobrar a los oaxaqueños el apoyo electoral dado a López Obrador y usar el desbordamiento social de aquella entidad como ejemplo de lo que los fascíficos "ya no permitirán"... ¡Hasta mañana!

Martes 29 de agosto de 2006

Astillero

Julio Hernández López

Mc Trife

Cajita electoral feliz
Hildebrando judicial
Por una nimiedad
Coartada jurídica

Los especialistas en gatopardismo electoral (magistrados lampedusos) arriesgadamente van perfeccionando sus numeritos circenses de mal suspenso: en veloz paquete (la cajita feliz de Mc Trife) aprobaron ayer malabarismos aritméticos y jurídicos para que electoralmente todo siguiera igual. Irregularidades por aquí y por allá, votos de más y de menos, boletas sobrantes y faltantes, listas nominales ausentes y paquetes electorales violados y manipulados, pero... ¡todo siguió igual! Incluso, en una electrizante demostración de virtuosismo extremo, los magistrados del Trife (trifásicos, de allí lo eléctrico de su comportamiento) desarrollaron una variante de la suerte charra del paso de la muerte al anular (¡oh, cuánta emoción!) 237 mil 736 votos (¡oh, doña Juanita la de la tienda no supo contar tan bien como los comerciales del IFE presumían!), es decir, casi los 243 mil 934 sufragios que originalmente eran la diferencia oficial entre Calderón y López Obrador, pero (¡oh a punto del infarto!) esos 237 mil 736 votos anulados fueron adecuadamente repartidos en pérdidas entre los participantes para que, a fin de cuentas, el gatopardismo por todos sabido sentenciara solemnemente que, aunque algunas cifras habían cambiado, en realidad... nada había cambiado.

Todo ha sido, en realidad, una trajeada versión remix de los éxitos cibernéticos del rey mexicano de la payola electoral, Míster Hildebrando. Los libretos de desasosiego colectivo que los genios de las computadoras impusieron a los mexicanos, en noches y madrugadas de inexplicables resultados preliminares y de cómputos distritales, ahora fueron reproducidos en términos de presunta jurispericia: los magistrados trifásicos (dícese de un sistema de tres corrientes eléctricas alternas iguales, procedentes del mismo generador) ni siquiera sabían exactamente cuáles votos habían anulado, aún horas después de que habían aprobado su dictamen Mc Trife, no por unanimidad sino por una nimiedad (el serio y respetado columnista de asuntos económicos de El Universal, Alberto Barranco, publicó datos de esa nimiedad el pasado 2 de agosto en su Empresa: "...corre, insistente, la versión de que algunos magnates se estarían cooperando para integrar una vaquita, cuyo monto se entregaría, a título de donativo secreto, a los integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Los recursos garantizarían un retiro placentero. La intención, naturalmente, es reconocer como definitiva la ventaja de Felipe Calderón Hinojosa en los conteos del IFE, rechazando la posibilidad del conteo voto por voto, casilla por casilla").

El episodio contable-jurídico de ayer forma parte del gran libreto del fraude electoral y, como en las anteriores entregas, su aplicada ejecución fue precedida de campañas mediáticas que fueron fijando el discurso presuntamente justificador de los desenlaces programados. En esta ocasión, el casete insertado en las máquinas reproductoras de alquiler desplegó el menú que instruía instalar como coartada mil veces repetible el que la coalición Por el Bien de Todos tenía fallas jurídicas tan graves que hacían imposible la satisfacción de exigencias coreadas en mítines, pero no presentadas en correctos términos procesales. El argumento es de una precariedad jurídica lamentable, pero de una gran utilidad para quienes juegan política e intelectualmente entre dos aguas: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene facultades plenas para mantener el orden constitucional cuando éste es afectado por violaciones como las que fueron parcialmente denunciadas por una coalición de partidos y como las que sin duda surgieron (casi 240 mil irregularidades encontradas en un muestreo de 9 por ciento del total de los paquetes electorales) en el recuento ordenado por ese mismo órgano judicial electoral. Contra el espíritu letrista, pichicato, acomodaticio, que el citado Trife utilizó para cumplir con las instrucciones dictadas por los verdaderos poderes del país, debió prevalecer el criterio propio de un tribunal constitucional que, para decirlo en términos llanos, podría actuar casi sin límites para indagar presuntas violaciones al orden constitucional como serían las evidencias de fraude electoral. En cambio, el tribunal electoral del poder de la consigna prefirió comportarse como policía de esquina que sólo actúa en función de lo que en esos momentos sucede.

Aunque falta que el Trife declare validez o invalidez de los comicios presidenciales, el golpe electoral de ayer no por previsible fue menos doloroso. Quienes guardaban esperanza de que pudiera haber justicia electoral vivieron un día amargo. Pero la reacción de Andrés Manuel López Obrador no fue de conformismo o abatimiento. Por el contrario, en la reunión nocturna del Zócalo propuso, sin ambages, el desconocimiento del cómputo oficial trifásico y del presunto triunfador aritmético (IFE más Trife igual a Felife) y, con un discurso endurecido, planteó la posibilidad de que el Día de la Revolución tome protesta quien sería declarado el Día de la Independencia presidente de un gobierno alterno o jefe de una resistencia civil.

Emitida ya la primera definición judicial trifásica, los gobiernos virtuales (Fox y Calderón) creen llegado el momento de usar el presupuesto público para generar una falsa ola ciudadana de exigencias de que "ahora sí" se aplique "la ley" sin reparos. Vicente Nixon Plus y Felipiano Huerta y no Josa (josa: finca sin cerca, plantada de vides y árboles frutales, diferente de las huertas que sí se benefician de los cercos) preparan represiones: el primero habla de defender a la patria de quienes quieren estar por encima de las leyes (podría fundar las milicias Bribiesca) y el segundo habla ampulosamente de mano firme. En Bucareli, ahora que ya conviene usar mediáticamente el asunto, como una más de las muchas cortinas de humo que serán desplegadas en los días venideros, el secretario de El Yunque hace el milagro de atender la crisis oaxaqueña con una reunión cumbre en su despacho capitalino. Mientras tanto, los machetes de San Salvador Atenco entran a la Suprema Corte y llegan en pequeña e insólita muestra de protesta hasta los despachos fríos, formales, solemnes, institucionales de los ministros encargados de suministrar justicia a un pueblo cada vez más agraviado. ¡Hasta mañana!

Lunes 28 de agosto de 2006

Astillero

Julio Hernández López

Instituciones

Nueva etapa de lucha
Sistema agotado
El amigo Norberto

La etapa procesal electoral está terminando. Y ahora se entra en lo sustantivo. A partir de esta mañana, los magistrados del máximo tribunal especializado en comicios deberán determinar si la muy impugnada y manoseada aritmética judicial muestra un ganador presidencial y, enseguida, si esos precarios resultados contables surgieron de un proceso regido por los conceptos de equidad y limpieza como para así declarar válidas las elecciones y triunfador a uno de los contendientes. Ya no hay, pues, más tiempo para pruebas y alegatos partidistas: la Suprema Corte Electoral de la Nación tiene la última palabra, una palabra que es jurídicamente inatacable pero que, para una parte de los mexicanos, puede resultar ética y políticamente inacatable. Tan evidente es que ha terminado esa etapa del litigio jurídico que el impugnador central ha anunciado en el Zócalo que no le merece respeto el entramado institucional vigente y que trabajará para construir uno nuevo.

El discurso dominical de Andrés Manuel López Obrador es, por principio, una prevista sentencia política: luego de recorrer las múltiples instancias del laberinto electoral y judicial, el tabasqueño acepta con todas sus letras que la lucha a través de las instituciones actuales no tiene sentido, pero no llama a la insurrección armada para derribarlas, sino a la construcción -desde el flanco opositor- de nuevas formas de organización social y política. El llamado a la refundación nacional motivó de inmediato las reacciones burlonas que el propio AMLO había previsto (ironías de la historia: los panistas conocieron, luego de 1988, las mismas burlas, escepticismo y rechazo cuando constituyeron un gobierno alterno al de Carlos Salinas, con Manuel J. Clouthier como presidente y Vicente Fox como secretario de agricultura; en aquella ocasión, los presuntos insurrectos acabaron negociando con Salinas un proceso de "legitimación en los hechos" que ahora con Felipe Calderón -si tal fuera el resultado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación- volvería a escenificarse, con los panistas como beneficiarios).

El planteamiento de ayer lleva al movimiento de resistencia civil a un más alto nivel de confrontación. Dejando de lado la rutina previsible que hoy ha comenzado el tribunal electoral, AMLO ha decidido preguntar a sus seguidores si, reunidos en convención nacional, quieren nombrar a un presidente legítimo o a un coordinador de lucha política. La denominación del cargo es muy importante: designar un presidente legítimo significaría para este movimiento comprometerse en una batalla de símbolos y contenidos que no podrá terminar más que con el derrocamiento, la inhabilitación o el término del periodo del otro presidente, el legal pero ilegítimo; un jefe de gobierno o coordinador de resistencia civil sería, en cambio, un jefe político de la oposición, que podrá moderar y graduar su beligerancia y oposición de acuerdo con circunstancias y valoraciones políticas de conveniencia.

El tablero de ajedrez tiene, sin embargo, evidentes peligros al frente. El principal de todos es la urgente necesidad que tienen los poderes coaligados contra López Obrador de frenar y, de preferencia, aplastar, el reto y el peligro que para sus intereses significa la salida pacífica de los carriles de lo institucional y la conversión de un movimiento social de resistencia en un instrumento de no permitida innovación. Vicente Fox, como rostro formal de esos poderes institucionales, decidido a cumplir con el libreto de los rituales informativos, pregoneros y desfilantes del primero, el 15 y el 16 del mes en puerta. Y, para cumplir con ese ceremonial, Fox -es decir, quienes tras él deciden y manejan- está dispuesto a usar la joya de esa institucionalidad en entredicho: la fuerza pública como garante de un estado de derecho (impugnado).

Así como en su momento hubo voces (legítimas unas, inducidas otras) que pegaron el grito en el cielo porque a la imposición de un histórico fraude electoral nacional se respondió con un plantón capitalino de consecuencias viales, ahora habrá quienes se estremecerán porque un candidato presidencial en vías de ser declarado judicialmente derrotado llame a hacer a un lado la institucionalidad vigente y a construir nuevas instituciones conforme a mandatos polémicos como los que podría instaurar la convención del próximo 16 de septiembre.

El desconocimiento de las instituciones no proviene, sin embargo, solamente de las palabras pronunciadas ayer. El sistema político mexicano había entrado en crisis en 2000, y por ello una mayoría de votantes se manifestó a favor de una opción políticamente rijosa (Vicente Fox) que, sin embargo, no sólo no cambió y mejoró las instituciones impugnadas, sino que las consolidó en sus características más negativas. Las décadas de priísmo, más el trágico sexenio foxista, terminaron por arruinar el teatro de las instituciones, hasta llegar al momento cumbre del actual fraude electoral.

A partir de hoy, pues, el litigio electoral entra en una nueva fase largamente anunciada. El empecinamiento de los actuales ocupantes del poder en mantenerse en él a cualquier costa, frente a un movimiento que no arrea banderas sino que, al contrario, sube un escalón en la lucha y se plantea reformas y modificaciones sustanciales por una vía pacífica distinta a la electoral (claro, todo lo anterior a reserva de lo que los magistrados electorales vayan resolviendo en estos días históricos; decisiones que, según todos los indicios, acabarán convalidando el resultado impuesto desde antes de que comenzara el propio proceso electoral).

Astillas

Norberto Rivera es un político con sotana que ha apoyado invariablemente a los ocupantes del poder. En las elecciones de este año, el clero político trabajó activamente en favor de Felipe Calderón y contra López Obrador. El crónico entrometimiento de la elite eclesial en los asuntos partidistas y de gobierno ha hecho que en semanas anteriores se produjeran en la Catedral Metropolitana protestas que, siendo justas en su esencia, resultan contrarias al interés general del movimiento contra el fraude electoral. Tan contrarias que, ahora, Rivera se ha colocado como canonizable víctima de un "amigo"... ¡Hasta mañana (en esta columna que sigue esperando respuesta de Ciro Gómez Leyva al reto de veracidad periodística que aquí se le hizo la semana pasada) mientras en Chiapas cuatro partidos escriben La suerte del Mayor (en votos, aunque la diferencia sea chiquita) Sabines!


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